Mediados 2021
Un mensaje a Juan Pablo Ruiz
Amigo de Juan Pablo.
Que hermoso Juan Pablo. Una reserva donde se van multiplicando las posibilidades de la naturaleza, donde pueden encontrar nuevo refugio organismos que requieren un ambiente más boscoso, denso y sombreado para vivir.
El telón de fondo, en esas montañas (antes cubiertas por un bosque de montaña semihúmedo o semiseco) es ahora de minifundio andino, con potreros dominados por pastos introducidos de África y Europa y por árboles en su mayoría cultivados, como eucaliptos de Australia, cipreses de México, sauces de otras regiones de Colombia.
Atrás quedaron los tiempos de los extensos bosques centenarios con cedros, arrayanes, amarillos, aguacatillos, Ficus, guamos… con denso sotobosque y las ramas y troncos cargados de quiches y orquídeas.
Ahora, la vegetación nativa está reducida a parches de matorrales y bosques jóvenes, de porte bajo, que crecen a lo largo de quebradas, linderos y como parches aislados en algunas fincas. Seguro en ellos hay chilcas y moras silvestres, Citharexylum, espino, hayuelo, fiques…
Los ecosistemas actuales de la región son el hogar de pequeños mamíferos, como roedores y murciélagos. De algunos mamíferos medianos, como chucha o fara, comadreja o “chucurí”, conejo silvestre, zorro y, quizás, mapuro (Conepatus semistriatus).
Para aves comunes, adaptadas a la vida en potreros, matorrales y terrenos con árboles dispersos. Incluyendo granívoras, como palomas, copetones y espugueros o “chisgas”. Insectívoras aéreas como las golondrinas, vencejos y gallinaciegas. Insectívoras de percha, como sirirí, bichofué y otros atrapamoscas. Insectívoras de corteza, como algunos pájaros carpinteros. Insectívoras de matorral como algunos chamiceros y batarás. Insectívoras terrestres como el alcaraván y la garza del ganado. Frugívoras, especialmente aquellas que comen frutos pequeños como mirlas y algunas tangaras. Rapaces diurnas de pequeño y mediano tamaño, como el gavilán pollero, la pigua o gavilán garrapatero y el cernícalo. Rapaces nocturnas como los búhos.
Para algunas culebras y lagartijas
Para algunos anfibios, especialmente aquellos que crían en pequeñas aguas estancadas.
Para abejas y abejorros, saltamontes, escarabajos, mariposas de potrero y matorral…
Los que se fueron y ya están extinguidos son los grandes carnívoros, como puma, jaguar… Grandes omnívoros, como el oso andino. Grandes herbívoros como los venados y danta. Grandes aves frugívoras como las pavas, loros, quetzales tucanes, cotingas… Aves insectívoras de sotobosque, como muchos trepatroncos, atrapamoscas, tororois, tapaculos, hormigueros…
Se fueron las ranas que criaban en corrientes transparentes (ranas arlequín), muchas ranas de hojarasca, salamandras…
Se fueron o volvieron mucho más raras los grandes escarabajos de la madera muerta, las abejas de las orquídeas, las mariposas que criaban en los árboles de bosque maduro…
Se fueron los árboles que tenían siglos de edad, de maderas más finas, de frutos más grandes, que alimentaban fauna grande.
¿Y quienes pueden regresar ahora a una pequeña reserva en las montañas? Afortunadamente muchas especies, muchos gremios. Helechos y algunas orquídeas, cuyas esporas y semillas son diminutas y pueden volar largas distancias hasta su nuevo hábitat. Hierbas, arbustos y trepadoras nativas. Algunos árboles pioneros de rápido crecimiento. Unas pocas especies de árboles espontáneos, de más lento crecimiento, con semillas más grandes. Abejas y saltamontes y mariposas comunes y aves comunes. Pequeñas y valiosas poblaciones de pequeños mamíferos. A medida que se creen más reservas como esta, funcionarán como islas de biodiversidad, que ojalá se puedan ir conectando cada vez más unas con otras. Para que los paisajes cultivados puedan seguir siendo biodiversos!
Mensaje directo de Mateo Hernández a Juan Pablo, con base en unas fotos y audios que él le había enviado de la Reserva Naranja, Café y Pimineta en Machetá, Cundinamarca.